Después de un mes de vacaciones... ¡JHA!
Estuve un mes casi exacto en mi tierra, con mi familia, visitando amigos, y en general pasándomela bastante bien y prácticamente sin responsabilidades. Y ahora he regresado a Edmonton. Durante ese mes estuve enviando currículums a lo loco por internet, y en la primera semana de Enero recibí mensajes de dos compañías que estaban interesadas en mí. Sintiéndome (junto con mi familia) harto optimista ante estos sucesos, pues se hizo el esfuerzo (económico) de regresar.
No le ha pasado mucho a la ciudad en este mes que estuve ausente, sólo está más fría. Cuando antes la temperatura estaba cerca de los menos diecitantos, con ocasionales días de -30, ahora no baja de -20, y con el aire se siente -40. Estos dos días han estado bastante soleados, pero este sol no calienta. ¿No me podrían mandar un poquito del de Obregón? Ojo, no mucho, no queremos que se derrita toda la ciudad, ¡y causar una catástrofe tipo Tsunami!
Ya estoy re-instalado en casa de Laura y su hermano y su mamá. Todo mundo anda súper atareado, excepto yo, para variar; aunque ya tengo una entrevista este martes a las 9:30 horas (¡brrr!). Laura anda en tres trabajos, una materia en la escuela, y un breve show que se presenta el viernes 21 (el que yo participe o no en ese show todavía está en veremos). Alex, su hermano, (sí, otro Alex, por lo que en esta casa todos me dicen Alejandro) esta en la prepa. Y Jan, su mamá, quién sabe en qué ande, pero siempre está ocupada también.
Ah, y el lunes también tengo actividad; tengo que ir a alguna oficina de immigración y pedir que amplíen mi permiso para estar en Canadá. Resúltose que ésta vez me tocó un oficial medio paranoico, y por más que traté de convencerlo con toda la calma del mundo que me caracteriza, de que no pensaba hacer nada malo ni ilegal, el bato sólo me dio permiso de permanecer aquí por un mes. Así es, el 15 de Febrero ya no soy bienvenido en estas tierras. Pero es sumamente probable que pueda ampliar el permiso. Necesitaré algunos documentos, probablemente, pero en general la paranoia no está tan grave por aquí.
Me retiro, y aprovecho para aclarar que en ésta página no sólo estaré escribiendo yo, sino también el forastero del Zangus y el buen Cassiel, cada uno con su rollo.